La labor que viene desarrollando el mayaricero Leris Aguilera Portilla en la 48 Serie Nacional de Béisbol llena de orgullo a todos los aficionados de este municipio, que durante varias temporadas han estado esperando un despertar de este recio toletero de 23 años de edad y natural de la minera zona de Nicaro, la tierra de aquel famoso equipo Los Mulos, que hicieron historia en la década del 50 y principio del 60.
Leris, nació el 21 de septiembre de 1985, es hijo de Urbano Aguilera, trabajador del departamento eléctrico de la Empresa Comandante René Ramos Latourt y Yolanda Portilla, ingeniera en Construcción en la Empresa Constructora y Reparadora de la Industria del Níquel, su abuelo Julio Portilla Ramos fue fundador de nuestras series nacionales y su principal inspirador en sus inicios.
Este fornido atleta que sobrepasa los 100 kilos de peso y mide 1,86 de estatura, se destacó desde pequeño. Sus primeros entrenadores fueron Alberto Yánez y Osvaldo Calzadilla en el estadio Rafael Orejón Forment, de Nicaro. Es bueno recordar que Leris en la categoría 11-12 años nunca pudo hacer el equipo provincial porque los entrenadores los evaluaban de “muy jugador” y por su corpulencia abusaba de los más pequeños.
No fue hasta su segundo año de la categoría 13-14 años, que pudo matricular a la Escuela de Iniciación deportiva Escolar (EIDE), gracias a Manuel Cabrera, jefe de cátedra en esa entidad, y desde que llegó se convirtió en l cuarto bate de todos los equipos que formó parte. Es bueno resaltar, que este joven que no fuma ni bebe, tampoco gusta de trasnochar, cuando llega a su terruño, en Levisa, lo primero que hace ir a visitar a su abuela Nelly, en La Pasa, luego regresa a casa y se pone a batear piedras con un palo de escoba, ese es su lobby.
Participó luego en dos eventos nacionales en 15-16, en el último de ellos, formó parte de la preselección nacional, y repitió dos veces en la categoría juvenil. En su primera incursión tuvo que abandonar por padecer de hepatitis y en su segunda ocasión, cuando implantó record en jonrones para la categoría, no formó parte “porque necesitaba ser más dinámico en el terreno” manifestaron los entrenadores.
Su participación en series nacionales ha sido muy inestable, pero sus seguidores están convencidos que Leris Aguilera debe convertirse en uno de los mejores bateadores de la pelota cubana, en esta XLVII Serie Nacional, ha comenzado a enseñar las uñas y se espera que siga mejorando por jornada.
Leris, nació el 21 de septiembre de 1985, es hijo de Urbano Aguilera, trabajador del departamento eléctrico de la Empresa Comandante René Ramos Latourt y Yolanda Portilla, ingeniera en Construcción en la Empresa Constructora y Reparadora de la Industria del Níquel, su abuelo Julio Portilla Ramos fue fundador de nuestras series nacionales y su principal inspirador en sus inicios.
Este fornido atleta que sobrepasa los 100 kilos de peso y mide 1,86 de estatura, se destacó desde pequeño. Sus primeros entrenadores fueron Alberto Yánez y Osvaldo Calzadilla en el estadio Rafael Orejón Forment, de Nicaro. Es bueno recordar que Leris en la categoría 11-12 años nunca pudo hacer el equipo provincial porque los entrenadores los evaluaban de “muy jugador” y por su corpulencia abusaba de los más pequeños.
No fue hasta su segundo año de la categoría 13-14 años, que pudo matricular a la Escuela de Iniciación deportiva Escolar (EIDE), gracias a Manuel Cabrera, jefe de cátedra en esa entidad, y desde que llegó se convirtió en l cuarto bate de todos los equipos que formó parte. Es bueno resaltar, que este joven que no fuma ni bebe, tampoco gusta de trasnochar, cuando llega a su terruño, en Levisa, lo primero que hace ir a visitar a su abuela Nelly, en La Pasa, luego regresa a casa y se pone a batear piedras con un palo de escoba, ese es su lobby.
Participó luego en dos eventos nacionales en 15-16, en el último de ellos, formó parte de la preselección nacional, y repitió dos veces en la categoría juvenil. En su primera incursión tuvo que abandonar por padecer de hepatitis y en su segunda ocasión, cuando implantó record en jonrones para la categoría, no formó parte “porque necesitaba ser más dinámico en el terreno” manifestaron los entrenadores.
Su participación en series nacionales ha sido muy inestable, pero sus seguidores están convencidos que Leris Aguilera debe convertirse en uno de los mejores bateadores de la pelota cubana, en esta XLVII Serie Nacional, ha comenzado a enseñar las uñas y se espera que siga mejorando por jornada.
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