Una y cien veces más escuchamos a los narradores y comentaristas de la prensa nacional, así como los de las distintas provincias del país que transmiten la quincuagésima serie nacional de béisbol decir que la pelota cubana necesita “elevarle el techo” , frase que como un eco se repite en cada transmisión o en cada momento que se analizan los desajustes de algunos equipos y hasta de algunos peloteros…” hay que seguir elevando, crear una selectiva, una súper, un clásico o no sé cuantos eventos, para que la calidad de nuestro béisbol siga mejorando”.
Yo que vivo aquí en un municipio holguinero, en la base, sigo viendo las cosas con más dificultades que nunca, nadie se recuerda de la base, del barrio; aquí es donde nacen los campeones, “si porque hay que recordar que nuestros peloteros estelares, los que integran los equipos provinciales, y los equipos Cuba nacen como todos los seres humanos, vienen de una madre, gatean, chupan tete, dan sus primeros pasos en casa y poco a poco van creciendo hasta llegar a ser quienes llegan ser. Pero lamentablemente cada día se habla menos de esta etapa tan importante en el desarrollo del deportista.