martes, 22 de junio de 2010

RICARDO BENT SIEMPRE ENTRE NOSOTROS.

El ya recio bateador Ricardo Bent Williams, de 24 años de edad, festejaba con sus compañeros del equipo Baguano, en el cabaret de ese municipio, su elección para asistir a un torneo en Holanda, cuando una descarga eléctrica atmosférica acabó con su vida y la del también pelotero Oscar Paneque, alrededor de las 4 y30 de la tarde.

Nativo de Guatemala, Mayarí, Ricardo mostró rápidamente sus dotes para el béisbol, especialmente por su fortaleza al batear. Comenzó a jugar siendo un niño en los placeres de su natal terruño, perfeccionó sus facultades en la Academia de Santiago de Cuba.

En 1972 lo seleccionaron como inicialista para integrar el equipo Cuba que iría al VI Campeonato Juvenil del Orbe en Maracaibo, Venezuela. Debido a la poca concurrencia de países el Mundial no se efectuó y en su lugar se desarrolló un Torneo Internacional, con triunfo para la Mayor de las Antillas y destacado desempeño de Bent.


Un año después Ciudad de México sirvió de sede al Mundial Juvenil, del 12 al 21 de octubre en el estadio del Seguro Social. Cuba se tituló y tuvo en el holguinero Bent a su figura inspiradora, siempre en un turno de mayor responsabilidad: líder en hits, carreras impulsadas y anotadas. Uno de los dos participantes en la justa que conectó jonrón; cuarto entre todos los bateadores con 429 (de 21-9).

Así se convirtió en el primer Campeón Mundial Juvenil del deporte de este territorio. Por curiosidad histórica el primer campeón mundial de adultos (el pítcher Jacinto Blanco Hasty, en San José, Costa Rica- 1961) es también mayaricero.

Luego Bent descollaría y mostraría sus potencialidades en otras dos lides en México, en los torneos provinciales con Mayarí y seguidamente con Báguano, en siete series nacionales (cuatro con Mineros y tres con Holguín) y seis selectivas, como inicialista y buen bateador.

Le dejó dos hijos al deporte: el pinero Neisser, destacado nadador, bronce olímpico (Atlanta-1996) y el pelotero Lázaro, que ha jugado con los conjuntos de Báguano y de la provincia de Holguín.

En su última Serie Nacional (1979-1980), de cuarto bate, promedió para 371 y fue el líder durante varias semanas. En la VI y postrera Selectiva conectó para 290. Jugó por última vez el 15 de junio de 1980 en el estadio Rogelio Herrera, del municipio de Frank País, cuando en el Torneo Provincial Baguano se enfrentó al plantel de Cayo Mambí.

En esa subserie del adiós (tres partidos) Bent bateó de 13-9 con tres dobles y un cuadrangular, anotó cinco carreras e impulsó seis. El jonrón lo conectó en su última vez al bate de por vida.

A Ricardo Bent se le recuerda no sólo por su integralidad como joven y deportista y lo que hizo en el béisbol, sino además por todo lo bueno que no pudo hacer, pues su corta vida no se lo permitió.

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