domingo, 2 de enero de 2011

ADIOS PARA SIEMPRE AL RECEPTOR TITULAR DE LOS MULOS DE NICARO. FARID PESCOZA.

Farid Pescoza
Bien temprano de este domingo 2 de enero del 2011, me despertó una llamada del amigo Miguel Angel Herrera, “Coco” como les decimos sus amigos, nos llamó para darnos la triste noticia de la muerte de uno de los grandes del béisbol de esta zona de Mayarí y sus alrededores, falleció los 78 años de edad Farid Pescoza Majfud. Su cadáver está expuesto en la Casa de los Combatientes de la zona minera de Nicaro y su sepelio será este lunes en el cementerio de Mayarí.
Farid nació en Guaro, municipio de Mayarí, el 6 de Julio de 1933. Su papá de origen español y su madre siria. (Según datos de EcuRed) Siendo pequeño la familia se traslada al poblado de Preston, hoy Guatemala. Allí creció y estudió la primaria, los estudios secundarios los realizó en Mayarí. El padre era tornero del central; desde chiquito le gustaba jugar Béisbol.
Luego se trasladó a Santiago de Cuba, para realizar estudios preuniversitarios, allí se integra al Movimiento 26 de Julio, donde conoce a Otto Parellada, a Cuqui Bosch y a Tony Alomá. Solía reunirse con ellos en el Parque Céspedes.
En Santiago de Cuba dejó los estudios y comenzó a jugar pelota. Los padres no lo sabían, eso constituía un dolor para él, por tanto se lo ocultó durante un tiempo, en el cual jugaba mucho con profesionales.
Cuando el golpe de estado del 10 de marzo estaba alquilado en una casa de huéspedes en Heredia 363. El esposo de la dueña del negocio era telegrafista del Cuartel Moncada.
(biográficahttp://www.ecured.cu/index.php/Farid_Pescoza_Majfud
Llegada a Nicaro
Llegó a Nicaro en 1955. Entró jugando con los "Mineros", que era un buen equipo. Al poco tiempo le ofrecieron jugar con "Los Mulos". De ahí comenzó a trabajar en la Comercial del Uno. En ese entonces contó con la ayuda de muchas personas mayores. Cobraba cien pesos mensuales y con el overtime le pagaban un poco más, pero esto no era suficiente, no tenía donde vivir y viajaba diariamente hacia Preston en el auto que tenía. Luego consiguió donde vivir en Nicaro, aprovechó la oportunidad y trajo a la esposa; los padres se quedaron en Preston, de esta forma continuó, trabajando y jugando béisbol.
Memorias de un Juego decisivo
En 1957 ya "Los Mulos" habían barrido con todos los equipos de la zona del Oriente de Cuba y nada más faltaba el enfrentamiento con el equipo de la Fuerza Aérea del Ejército. Donde en las memorias Farid expresa:
“Ellos vinieron desde La Habana a disputarse con nosotros, recuerdo que en uno de los juegos aquí en Nicaro (Mayarí), ocurrió un suceso que nunca he olvidado. El pitcher de los Mulos ese día era Alejandro Castro, ¡imagínate que nombre y en que fecha!, él era un mulato grandón de Matanzas. Pues resulta que por el left field del campo había una lomita pequeña, era una irregularidad en el terreno, pero que mucha gente lo sabía. Y la gente empezó a gritarle al pitcher:
-¡Arriba Castro que los cogemos en la loma!; “Aquello fue tremendo. Después que se acabó el juego hubo que buscar cuanto papel solicitara la gente del ejército para justificar que realmente Alejandro era de apellido Castro."
Seguía contando Farid: “Y se tomaron tan a pecho aquello que después que les habíamos ganado y nos convertimos en los campeones de toda la isla nos sacaron al primera base, a un pitcher y no me recuerdo a quien más, alegando que eran profesionales. Y eso no era cierto, todos éramos amateurs. Ellos lo que querían era sustituirlos por gente de su equipo para que fueran a Puerto Rico con nosotros, porque allí iríamos a jugar”.
En Puerto Rico
A San Juan llegan en un avión del Ejército que cogieron en Santiago de Cuba, al entrar en la términal aérea pensaron que los recibían cubanos por los colores de la bandera, que se parece a la cubana.
De ahí fueron para un hipódromo. Ya eran como las tres de la tarde. Allí casi todos apostaron en las carreras de caballos; después se instalaron en el quinto piso de El Palace, un hotel muy lujoso. “Pusieron un ómnibus para transportarnos y recuerdo que a muchos lugares que iban nos recibían con el Himno Nacional de Cuba. Definitivamente una gran mayoría de puertorriqueños apoyaban la Revolución cubana.
“Una noche los llevaron a un Night Club y les dieron lo que pedían, esa era la orden de los jefes, claro. Al ratico Farid fue hasta un baño y mientras se lavaba las manos se encontró una sortija de oro con una piedra lindísima. Se la entregó al encargado del lugar y resultó ser de un militar puertorriqueño. Aquel señor no sabía cómo agradecerle, por el gesto tan honesto.
En Puerto Rico jugaron en diferentes lugares y contra diferentes equipos. Estuvieron en Ponce, en Humacao y Maniabón. En el primer juego pusieron como catcher al de La Habana.
Después el jugó en los restantes juegos como pitcher, dice que le gustaban mucho aquellos estadios repletos de gente, mientras más llenos estaban más confiado se sentía.
El había ganado mucha experiencia en Santiago de Cuba con los profesionales. “Cuando los coronaron campeones les prepararon una actividad muy bonita que tuvo lugar en un balneario; fue un día entero y les hicieron comida cubana.
Farid, revolucionario de la lucha clandestina
Después del regreso de Puerto Rico retornó para Nicaro pero jugó muy poco, había decidido entregarse por completo al Movimiento 26 de Julio M-26-7 y dentro del mismo ocupaba la responsabilidad de tesorero. Además contribuía junto a los compañeros de lucha en el envio para la Sierra Maestra de dinero, ropas, zapatos, alimentos y armas. Gran parte de los recursos que recibían en la Sierra lo enviaban de Nicaro y de La Mina, por eso fue bautizado Nicaro, la Gallina de los Huevos de Oro.
Pudo haberse ido para México y así cumplir el sueño de casi todos los peloteros en esos años, el de jugar en las Grandes Ligas como pelotero profesional, pero prefirió quedarse con la Revolución.
Actualmente vive en El Dos de Nicaro, junto a la esposa. Este hombre de voz enérgica cuya mirada no se apaga con los años, tuvo el privilegio de hacer historia en el afamado equipo de Los Mulos de Nicaro y fue un revolucionario completo.

No hay comentarios: