En estos días el municipio de Moa, segunda potencia
deportiva del territorio holguinero ha vuelto a bullir tras la grata noticia
que regresan las Espartaquiadas de los trabajadores del níquel, tras varios
años de añoranza por los obreros-atletas del territorio y de Nicaro quienes en
las 17 ediciones anteriores supieron representar dignamente a sus respectivas
empresas y Consejos Populares.
La
Empresa Comandante Ernesto Che Guevara es la máxima ganadora
de estos juegos que se llegó a celebrar cada año hasta el 2003, que tuvo un
receso hasta el 2207 que se celebró la última edición, los de la planta de
Punta Gorda ganaron doce de las diecisiete ediciones celebradas
(1990,91,93,94,96,98,99,2000,01,02,03 y 07), la Comandante René
Ramos Latourt, de Nicaro ha sido la otra entidad que ha podido imponerse en
estas lides (1988,89,92,95 y 97), al dominar en cinco ocasiones.
Para crear las memorias de las Espartaquiadas del níquel,
que tuvieron su réplica en Nicaro con los Juegos CARONI, también desaparecidos, nos apoyamos en
el trabajo investigativo del Doctor en ciencias Danilo Charchaval Pérez, el
máster Gustavo Rodríguez y Yaniselis Arias Avila y Arnol Martínez Hernández,
quienes laboran en el Instituto Minero Metalúrgico de Moa.
¿Cómo y cuando surgen las Espartaquiadas? Tras la
realización en 1985 de un estudio diagnóstico de sus actividades, el INDER nacional representado por el máster Inilo Figueroa del
municipio confirmó las dificultades materiales que enfrentaba el territorio,
así como las opiniones de la población moense que manifestó la necesidad de
aumentar su participación en las actividades de la cultura física como vínculo
de mejorar su salud aunque no sabían , cómo hacerlos.
El proyecto contó que el asesoramiento de la Dirección Nacional
del INDER que en 1988 puso en marcha las medidas necesaria para combatir junto
a la Unión del
Níquel a través de unos juegos para trabajadores para, sobre todo elevar la
calidad de vida de la población, a través de la recreación física venciendo al
sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo, el alcoholismo y sobre todo
aprovechar el tiempo libre de los miles de hombres y mujeres, la mayoría de
ellos albergados, que se laboraban en ese territorio en el desarrollo del
municipio, donde se hacían cientos de construcciones y se fortalecía la labor
minera.
Fue así que en el primer trimestre de 1988 por iniciativa
de la Dirección
de La Unión del
Níquel, con Eduardo Marrín al frente y con el máximo apoyo de la Dirección Nacional
del INDER se conforma la idea de desarrollar anualmente en Moa un gran evento
deportivo para trabajadores, principalmente de la Industria del Níquel y
de la construcción, y con ello buscar una opción recreativa para una población
flotante que en aquellos momentos superaba las 12000 personas.
El 22 de Mayo de 1988 se inauguró la primera Espartaquiada deportiva de los
trabajadores del Níquel, con siete deportes, béisbol, ajedrez, atletismo,
baloncesto, natación, tenis de mesa y voleibol, con un total de 830 obreros
atletas de ellos 163 mujeres provenientes de trece empresas del níquel y la
construcción de Moa y Nicaro.
Estos primeros juegos fueron ganados por los deportistas de
la Empresa
Comandante René Ramos Latourt, seguida por los de la Che Guevara y el
Instituto Superior Minero Metalúrgico. También estuvieron presentes las
Empresas Pedro Soto Alba, el Combinado Mecánico el Níquel Gustavo Machín,
Educación, ECRIN, ESUNI, CAME, MICONS, Empresa Minera, CIL, CEPRONI.
Individualmente lo más sobresaliente en estos
primeros juegos fue el primer record impuesto en estos eventos por José Angel
Fiss de La Empresa
Comandante Pedro Soto Alba en el atletismo, con un alcance de
13.05m en la impulsión de la bala.
A partir de entonces las Espartaquiadas del Níquel formó
parte de los lineamientos generales de La Unión del Níquel; un evento trascendental que
como premisa debía romper la inercia y demostrar la ascendencia social,
política, ideológica y económica del uso planificado del tiempo libre. “Deporte
y Recreación para todos” se convirtió entonces en un plan de acción concreto de
La Unión del
Níquel y el INDER y que tuvo su basamento teórico como una vía de incorporar a
los trabajadores a las actividades recreativas físicas, utilizando el deporte
como estrategia esencial. (Continuará)
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