MAYARICERO ASDRÚBAL BARÓ Y CONRADO MARRERO ÚNICOS RESIDENTES EN LA ISLA CON EXPERIENCIAS EN SERIES DEL CARIBE.

Buscando informaciones sobre la participación de Cuba en las Series del Caribe desde su creación en 1948, encontramos una grata noticia, el mayaricero Asdrúbal Baró

Asdrúbal Baró.(Foto Jit)

Hernández, es uno de los dos cubanos residente en nuestra Patria hoy en día que participó en este tipo de campeonato, y no lo hizo en uno, no, lo hizo tres veces, en 1954 con el equipo de Almendares en Puerto Rico, donde conquistó plata, y después se tituló doble con los Tigres de Marianao: en La Habana en 1957 y en la capital boricua, San Juan, en 1958.

El otro que se honra con haber participado en estas justas beisbolera es esa leyenda viva que ya exhibe 102 años de edad, el legendario Conrado Marrero

Asdrúbal  nació en esta ciudad de  Mayarí el 21 de noviembre de 1928, en la provincia de Holguín,  cuya vocación se definió casi desde la cuna, creció y se desarrolló en un ambiente hostil a sus sueños más señeros, pues de manera respetuosa tuvo que enfrentar la oposición paterna a que fuera pelotero, ya que debía aprender un oficio.

Mas, él no cejó en su empeño de entregarse al deporte de las bolas y los strikes por entero, se inicio como todos, jugando en los solares yermos hasta que y se inició oficialmente con el equipo Preston, que participaba en ligas desarrolladas en circuitos del norte de su provincia.

En 1945 tuvo un debut exitoso con la escuadra Caimanera, de la Liga Amateur de Oriente, y corroboró sus potencialidades con la misma formación al año siguiente; ya no quedaban dudas: Baró sería el pelotero que siempre quiso ser.

Sin embargo el veinteañero, que aún era perseguido por el requerido aprendizaje de un oficio, fue enviado a Matanzas por decisión maternal- ya entonces su padre había fallecido- para que un tío lo encaminara en la mecánica.
Pero él ya había hecho causa común con la pelota y nada lo detendría.
En 1947 ingresó a la muy fuerte Liga de Pedro Betancourt con el Club Jalsia, desde donde se trasladó al conjunto Matanzas, de la Liga Central de Santa Clara.
Allí su desempeño fue tan soberbio que finalizó como líder de los bateadores, con un promedio por encima de los ensoñadores .400, quedando por delante de figuras ya establecidas como Roque Contreras y Julito Bécquer.
Ese quehacer de Baró, tanto madero en mano como con el guante en los jardines, llamó poderosamente la atención de Napoleón Heredia, un "viejo zorro" del béisbol, que oficiaba como asistente del Cienfuegos y quien presagió en el mulato oriental un futuro prospecto para la Liga Profesional Cubana.

Asdrúbal Baró se caracteriza por su educación y gentileza en todo momento y mucho más si  se le habla de pelota, y si es con mayaricero mucho más, enseguida recuerda sus años mozos y como aprendió a batear para la banda contraria porque si la sacaba por el left no le regresaban las pelotas. Por eso al comunicarnos vía  telefónica enseguida se preocupó por sus amistades...”aunque deben quedar pocas, ya tengo 84 años y deben quedar pocos.”

De su participación en las Series del Caribe recordó que debutó con los Alacranes del Almendares, donde alcanzaron el segundo lugar, pero en 1957 y 1958 la historia fue distinta. Tomamos revancha de los puertorriqueños y nos coronamos con el equipo de los Tigres de Marianao. Napoleón Reyes nos dirigió esos dos años. En el 58 ocurrió un hecho curioso: tuvimos que jugar la final en doble jornada, porque le ganábamos a los boricuas en el programado cuando una decisión arbitral validó la carrera que terminó por ser la de la victoria. Eso provocó que casi se inundara el estadio de botellas, cojines, periódicos y hubo que posponer el juego para el día siguiente, cuando vencimos 2-0, en un partido inolvidable”.

Sobre el regreso de Cuba a estas lides, Baró significó que, “ no va ser nada fácil, pero confiamos, se debe jugar técnicamente muy bien a la pelota, porque esas gentes tienen oficios y aprovechan muy bien cualquier error que se cometa, pero confiamos que podamos tener un regreso feliz”