viernes, 24 de enero de 2014

HASTA SIEMPRE BABY CESAR.



Con un fuerte y cerrado aplauso de agradecimiento por sus 81 años de entrega y enseñanzas  dieron  este jueves en el Consejo Popular Guatemala, de este municipio Mayarí a José Baby César los asistentes al último adiós del destacado y querido amigo, profesor, atleta de vida fallecido tras una repentina y fulminante enfermedad.


Hasta Guatemala llegaron cientos de amigos, aficionados, atletas y ex atletas a despedir a ese hombre grande que hizo historia en los terrenos de béisbol, primero como atleta donde llegó a  formar como profesional y jugó en Estados Unidos, Canadá Venezuela y Nicaragua, luego como entrenador desde que regresó a Cuba en 1963 para incorporarse al deporte revolucionario.

A la despedida de Baby César, asistieron también Héctor Drigg Sánchez, comisionado provincial de béisbol, Alina Belisle Olivas. Jefa de atención a atletas, así un grupo de ex peloteros que estuvieron bajo el mando de baby en su época de entrenador, como son los casos de los hermanos Jorge y Románico Francis, Rafael Araujo, Rafael Castillo, Waldo Denis, Ramiro Leyva, Félix Merencio   como   este último.


DE SU VIDA.


Para José “Baby” César César, la vida fue siempre dura, desde que vino al mundo el 25 de setiembre de 1932 en Gran Tierra, municipio de Baracoa, por ello sus padres y sus hermanos buscando mejorar su modo de vida recorrieron varios municipios orientales ; Miranda, Guantánamo, Cueto, Mayarí hasta llegar a Preston donde encontraron las mejores condiciones, aunque, las cosas siguieron siendo muy difíciles.”..porque para ganarnos la vida o ayudar a mi madre, todos teníamos que vender carbón, turrones, pudín, prú, tamales con una carretilla si podía con ella, porque éramos pequeño, por ellos no tuvimos oportunidad apena de asistir a la escuelita que había en Brooklyn, a la entrada del batey, allí llegué hasta quinto grado.”.- ´nos aseguró Baby al recordar aquellos tiempos que no desea ni recordarlos.
El trabajo y la situación económica se hacía cada vez más difícil, pero un día se cansó y se dijo, ”quiero y debo hacerme pelotero”.


Cuando la imposibilidad de trabajar en Preston aumentaba, se fue para la recién inaugurada fábrica de níquel de Nicaro, allí lo contrataron como recogedor de hierba,
Allí practicó como segunda y short stop, hasta que quedó oficialmente en el equipo Nicaro para participar en la Liga Popular Amateur en Oriente, más tarde este seleccionado fue nombrado Mulos de Nicaro.
Allí había que tener disciplina, sentido de responsabilidad y entrega completa, para poder hacerte pelotero, era la única forma de llegar.

Y LLEGÓ.
En 1955, viaja Baby César a Jaronú, Camagüey, donde participó en el Campeonato de la Liga Azucarera y después viajó a la capital cubana donde se encontró con otro mayaricero, Asdrúbal Baró quien jugaba profesional con Almendares, este lo invitó a entrenar en el Cerro donde los scouts diariamente visitaban para buscar talentos,- “ ese era mi objetivo, mi meta, hacerme profesional, en esos tiempos se hablaba mucho del profesionalismo, así podía ayudar a tu familia y eso yo tenía que lograrlo.-“ y agregó.-“ Baró me prestó un guante, un par de spikes y me fui al terreno, lo hice todo bien, pero no vi nada claro.”
“Regresé a Nicaro para seguir trabajando y jugar mi pelota, pero allí fueron dos señores, uno de apellido Pacheco y un tal Corito Varona de los Cubang Sugar King, quienes me entregaron 400 pesos y firmé como ocho papeles, imagínate ya tenía a mis hijos Zaida y Manolo, nunca antes había visto tanto dinero juntos; ahora las cosas era esperar el viaje para el extranjero”
VIAJE HACIA EL SUEÑO, NUEVOS TROPIESOS.
Un día después de los sucesos de Palacio, José Baby César y otros cubanos viajan hacía Miami, Estados Unidos, donde se encuentra nuevos obstáculos, el racismo; “..en Douglas Georgia, donde entrenábamos no nos hablaban del racismo, pero tú lo veía, los blancos para allá en el Hotel, los de color para otro lado, tampoco podía meterte en cualquier lugar, los cubanos que estaban allí nos lo decían.”.- pero nada de eso detuvo las aspiraciones, ni cambió las ideas de Baby César, él quería hacerse peloteros y solo le interesaba fildear rolling y fly, batear, correr y convencer a sus directivos que se podía contar con él.
Cuando hicimos equipo en clase C, allí estaban Diego Segui, José Tartabull y nos dábamos ánimos para seguir adelante, luego fuimos a Canadá, donde jugué mi primer campeonato, hice el equipo Estrellas. También jugó en categorías mayores de doble AA y triple A. Tuvo actuación destacada en Estados Unidos, Nicaragua, Canadá y otros países latinoamericanos.
Así fue la vida profesional de Baby César, la que se extendió hasta 1961 que decide regresar a Cuba, para unirse a su familia y al deporte revolucionario.
EN LA PELOTA REVOLUCIONARIA.
Al llegar a Cuba, Baby César es enviado a entrenar los equipos de Pinar del Río, participó con ellos en los torneos zonales nacionales de occidente que se efectuaban en ese entonces, por lo que podemos asegurar contribuyó en los inicios del béisbol pinareño, más tarde estuvo en Santiago de Cuba trabajando con la Comisión Provincial de béisbol hasta la división política que vino para Holguín y militó como entrenador en las primeras series nacionales con el conjunto de la provincia. También condujo equipos Pineros, Mayarí y hasta el del Central Guatemala en la Liga Azucarera.
Muchos peloteros de este municipio de Mayarí como Jorge Francis, Heberto Bermúdez, Jorge Franco, Rafael Araujo, Félix Merencio, Walter Laborde, Héctor Cortina, Eusebio Bravo, les deben mucho a Baby César como entrenador, su preocupación constante siempre lo caracterizó, también trabajó fuerte con los desaparecidos Ricardo Bent, Norge Sandó, Víctor Ruiz, Erick Ramírez y otros muchos que escapan de la memoria.

HASTA SIEMPRE BABY CESAR.
 

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