La XL Serie Provincial llegó a un feliz término con el triunfo
del mejor equipo de la temporada, Moa, dueños
de la mejor ofensiva del campeonato apoyado por los mejores refuerzos en el pitcheo
que ganaron seis de los siete en que intervinieron en los ocho juegos
celebrados en la postemporada, mientras que ¨Calixto García¨ bajo la tutela de
Bismark Fernández Mola quien supo imprimirles a sus atletas la misma
agresividad de la familia terminó segundo.
Termina otra serie
provincial con más de lo mismo, con mismos serios problemas técnicos-tácticos, dificultades
en la mecánica de juego en la mayoría de los equipos, los pitcher con serios
problemas en todos los sentidos, demostrando que el pobre trabajo en la base,
donde muy pocos municipios celebran sus eliminatorias y solo dedican tiempo a
unos entrenamientos que se realizan con pocos medios auxiliares, insuficientes
pelotas y débil asesoramiento por parte de la Comisión Provincial.
La serie provincial sacó a
la luz, que se necesita intensificar el trabajo arbitral, que se realicen
seminarios, talleres y cuantos eventos sean posibles para elevar su calidad. Que
los ¨chequeadores¨ además de cuidar las pelotas, observen bien el terreno para detectar los nuevos
valores, por sus tallas, edad. Cualidades físicas, aunque no se destaquen aún en
sus números, deben dominar más el reglamento del campeonato.
El campeonato recién
finalizado demostró una vez más que más que pelotas, guantes, bates, la pelota
en Holguín necesita respeto, si respetar a la gran familia, principalmente a
quienes trabajan y viven en los municipios, porque si se toma un acuerdo en el
congresillo técnico, que es la reunión más importante de los participantes en
la justa, no debe desdecirse luego por cualquier miembro de la comisión, como
ocurrió con los refuerzos; debe dejarse decir que el equipo de la provincia
está hecho ya, porque muchos jóvenes se sacrifican para integrar un día ese
seleccionado, se deben respetar las propuestas que hacen los entrenadores con
respecto a cualquier atleta. Si no pueden ser llevados a las preselecciones,
por lo menos háganle una prueba.
Y qué decir con los directores
que ocupan los primeros lugares en el
provincial, creo que el campeón debe asistir por derecho propio al
equipo grande y el segundo lugar al sub 23, hay que estimular el trabajo de
quienes laboran en la base.
La serie provincial cumplió
en gran medida sus objetivos, solo se dejó de jugar un encuentro por que no
hizo falta efectuarse; reconocer el esfuerzo de los municipios en garantizar la
alimentación de los atletas, la uniformidad (excepto Baguano) de los equipos, la
reparación de los estadios de Antilla donde se realizó el juego de las
estrellas, el de Frank País.
El béisbol holguinero
necesita de todos sus entrenadores, sus atletas, directivos y fortalecer la
relación de una gran familia.
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