martes, 27 de septiembre de 2011

I Juegos Panamericanos: Buenos Aires, Argentina

Con motivo del centenario de su independencia en 1922, Brasil organizó un evento denominado Juegos Deportivos Sudamericanos. Posteriormente se tomó el acuerdo de conceder a Ciudad México la sede para efectuar en 1926 los Juegos Deportivos Centroamericanos. En ocasión de los juegos olímpicos de los Ángeles 1932 y Berlín 1936 se dio un paso importante en la celebración cada cuatro años de lo que se llamaría después regionales de esta área del planeta tierra. A partir de entonces Avery Brundage, presidente del Comité Olímpico de Estados Unidos, hizo suya esta iniciativa y formalizó la creación de las federaciones continentales de cada deporte, organizando en 1937 en Dallas Texas unas competencias que se recogen como primer intento serio de lo que serían los Juegos Deportivos Continentales. El Primer Congreso Deportivo Panamericano, al reunirse a fines de agosto de 1940, fijó la inauguración de los Juegos Panamericanos en Buenos Aires para 1942. El comienzo de la segunda guerra mundial impidió que estos se celebraran, pero Argentina, sin embargo, mantuvo su compromiso. El II Congreso Deportivo Panamericano que se llevó a cabo durante los Juegos Olímpicos de Londres de 1948 aprobó la celebración de los juegos en Buenos Aires tres años después.


Antes de estos juegos se constituyó la ODEPA que fue fundada en 1950 y que en la actualidad agrupa a todos los países latinoamericanos que poseen Comités Olímpicos Nacionales; hasta el momento esta institución deportiva cuenta con 42 naciones, la que ha tenido seis presidentes, el primero, el mencionado norteamericano Avery Brundage desde 1940 hasta 1948, lo sustituyó el militar mexicano José de Jesús Clark Flores hasta 1951 y de este año hasta 1955 el estadounidense Douglas Fergusson Roby, este a su vez por Clark Flores hasta 1971 fecha en que falleció. Luego lo ocupa provisionalmente el brasileño Silvio de Magalhaes Padilha durante los meses de abril a julio de 1971 y lo sustituye el venezolano José Beracasa Amram hasta 1975 y el mexicano Mario Vázquez Raña hasta la actualidad.

El 25 de febrero de 1951 el Presidente de la Argentina, Juan Perón inauguró los juegos con su esposa Evita, copresidenta de los mismos a su lado, ante 100.000 espectadores. Veintiún países enviaron a 2 513 atletas para que compitieran en 18 deportes. El equipo de Argentina, país anfitrión, tuvo una muy buena actuación ganando 150 medallas, de las cuales 68 fueron de oro. A pesar de lo difícil que les fue juntar el dinero necesario para enviar una representación de atletas, el Comité Olímpico de los Estados Unidos envió a 175 hombres y mujeres para que compitieran.

Cuba y la desatención de los gobiernos de turno hacia la actividad deportiva y los exiguos fondos concedidos, asistió con una delegación de 77 atletas de ellos solo una mujer. Un Cubano llamado Rafael Fortún ganaría las medallas de oro de los 100 con 10.6 y 200 metros planos del atletismo 21.3, el gran sprinter caribeño al regresar a la patria fue cesanteado en su humilde puesto en el entonces Ministerio de Obras Publicas, honor también para los 8 gimnastas antillanos por sus depuradas demostraciones al acumular 6 medallas de oro, igual cantidad de plata y tres de bronce; en lo colectivo triunfó en el deporte nacional. El lugar cimero para la Argentina y Cuba no estaría muy lejos en el tiempo para mejorar en la tabla de posiciones la esplendente Revolución cubana con su generación del Centenario la estaría gestando para su definitiva victoria.

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