Brasil, cinco veces campeón mundial, se aseguró un puesto en octavos con su goleada a Costa de Marfil (3-1), mientras que Italia, cuatro veces coronada y defensora del título en Sudáfrica, camina al borde del abismo tras empatar (1-1) frente a la teórica cenicienta del grupo F, Nueva Zelanda.
Con dos victorias y seis puntos, Brasil aún no tiene seguro el primer puesto del grupo G, pero se ha puesto fuera del alcance de al menos dos de sus rivales de serie, con independencia de lo que ocurra mañana en el Portugal-Corea del Norte.
Frente a los Elefantes de Sven-Goran Eriksson, Dunga mantuvo su confianza en el mismo equipo que venció a Corea del Norte.
Brasil, que no había sufrido jamás un solo gol frente a un equipo africano en un Mundial, jugó en el Soccer City de Johannesburgo al ritmo que marcaron sus estrellas. En el minuto 25 Luis Fabiano, escorado a la derecha, limpió las telarañas de la escuadra izquierda de Boubacar Barry de un furioso derechazo.
La "mano de Dios" apareció, y por dos veces en la misma jugada, para sentenciar la contienda. Luis Fabiano se valió de los brazos para tirar dos sombreros a otros tantos defensas marfileños y rematar el doblete en el 50. Brasil empezó a divertirse. Elano (62) amplió la diferencia al empalar un centro raso de Kaká, y Didier Drogba (79) ganó la espalda a los centrales para marcar de cabeza el tanto del honor marfileño.
Brasil perdió a Kaká, dos veces amonestado en tres minutos, pero se inscribe en el club de los 16, que inauguró Holanda el sábado, mientras Italia tendrá que jugárselo todo en el tercer partido del grupo F, contra Eslovaquia,
En Nelspruit, los campeones del mundo recibieron ya una bofetada en el minuto 7. Shane Smeltz aprovechó un despeje defectuoso de Fabio Cannavaro con el cuerpo, tras el saque de una falta, para empujar el balón a la red con la punta de la bota. Doce minutos después, una falta de Tommy Smith sobre Daniele de Rossi, y el penalti transformado por Vincenzo Iaquinta, equilibró la contienda.
Todo parecía otra vez encarrilado para Italia con mucho tiempo por delante, pero el marcador no volvió a moverse en incluso Nueva Zelanda, la cenicienta del grupo, número 78 en el escalafón mundial, les dio todavía algún susto a los campeones, que ahora necesitan vencer a Eslovaquia para estar seguros de pasar a octavos.
Abrieron programa del día, en el estadio Free State de Bloemfontain, Eslovaquia, la única debutante del Mundial, y Paraguay, sabedores de que una victoria, en el grupo más igualado del torneo, podía situarlos muy cerca de los octavos.
La Albirroja controló el juego y suyas fueron las mejores ocasiones, hasta que en el m.27 Lucas Barrios cortó un pase en las inmediaciones del área, sirvió por el centro a Enrique Vera y éste, con la punta de la zapatilla derecha, entre dos defensas, colocó la bola en la red junto al poste derecho.
No hubo novedades hasta el 86, cuando Cristian Riveros encontró un hueco entre la defensa eslovaca para hacer, de un zurdazo, el segundo. A Paraguay le queda ahora el equipo teóricamente más flojo del grupo, Nueva Zelanda. Un triunfo, el jueves, sobre los "kiwis", e incluso un empate, les bastará para acceder a la fase eliminatoria.
La delegación francesa siguió siendo un hervidero de noticias y todas malas. Al día siguiente de la expulsión de Nicolas Anelka por llamar "sucio hijo de puta" al seleccionador, Raymond Domenech, en el descanso del partido contra México, los jugadores se negaron a entrenar en protesta por lo que consideran "una decisión unilateral de la Federación basada en informes de prensa".
Francia, subcampeona del mundo, está en grave peligro de quedar eliminada, tras un empate (0-0 con Uruguay) y una derrota (2-0 contra México).
Copa Mundial 2010.
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