Ibrahim Fuentes |
El granmense Ibrahim Fuentes y sus 14 imparables consecutivos en la temporada de 1988-1989, están entre los récords de mayor preponderancia dentro de nuestros campeonatos, primero por lo notable del hecho en sí y segundo por el actor, que tuvo este único momento de fama.
Ese fue el año de la triple corona de Orestes Kindelan (402-24-58), pero Ibrahim Fuentes se llevó los cintillos cuando logró su hombrada, a pesar que terminó bateando 333 esa campaña (34 hits en 102 veces al bate) y actuó en otras 11 Series Nacionales donde promedió insignificante 259 (1543 VB y 400 H). Dos jonrones con las bases llenas en una....
misma entrada conectados por Alexei Bell (SCU) son más de lo que puede soñar cualquier beisbolista y por supuesto pasaporte seguro a la inmortalidad. En la temporada del 2009-2010 Bell abrió imponiéndose en el libro de los récords (de paso, con 8 impulsadas en un solo inning) asegurándose que nadie podrá sacarlo, pues, ¿quién va despachar tres Grand Slams en un mismo capítulo?
• La cadena de 46 y un tercio de innings sin permitir carrerasparece imposible, pero en el año 1978 Maximiliano Gutiérrez, lanzando por Vegueros, logró esta marca, en una temporada donde terminó siendo el líder en victorias con 9 y lanzó para excelente 1, 37 promedio de limpias por juego.
Los dos no hit no run consecutivos de Aquino Abreu no podían faltar en esta lista, pues la proeza del lanzador de Centrales en la Serie del 66, de recetar sendos No-No a Occidentales e Industriales, requiere, para ser destronada de que un pitcher tire tres juegos seguidos sin hits ni carreras y esto no va a pasar. Aquino Abreu, gracias al mismo merito, también ostenta la marca de 19 capítulos consecutivos sin permitir imparables.
Una de las veces que se enfrentaron Habana y Matanzas en la temporada de 1970 Manuel Hurtado fue el lanzador designado para abrir por la capital y este realizó una de las faenas más memorables en la historia al ponchar a 10 bateadores seguidos, en un récord bien difícil de superar. Lo increíble de la gesta fue que el bateador número 11 conectó fácil elevado al cuadro y Hurtado después ponchó dos matanceros más consecutivos. Nada que Manolito estaba en su noche.
Rey Isaac |
Cuando el santiaguero Rey Isaac en 1995 bateaba de hit en 37 partidos consecutivos, no solo dejaba atrás la marca del 86 de Lázaro Vargas de 31, sino que llevaba este récord a otro nivel, que desde entonces ha estado inexpugnable para los bateadores del patio y lógicamente está incluida en mi lista para la eternidad. Ese año Isaac terminó en el octavo puesto entre los mejores bateadores del torneo con sólido 367.
469 de average es uno de los récords que hablan por sí solo y este pertenece a Osmani Urrutia (LTU), que se fue de 258-121 en la temporada del 2004 y le pasó por arriba al 462 de Javier Méndez en la segunda Copa Revolución del 97. La carrera del Urrutia terminó tras 16 temporadas, con astronómico promedio de por vida de 366.
Esta también es del tunero Osmani Urrutia, pues ganó 5 campeonatos de bateo consecutivos del 2001 al 2005, con promedios intergalácticos de 431, 408, 421, 469 y 385 en ese orden. Irónicamente Urrutia tuvo un súper año en el 2006 con average de 425, pero Michel Enríquez (ISJ) fue el líder con 447. En el 2007 Urrutia retomó su título y volvió a ser campeón de bateo con 371. Nada, que se fue de 7-6 en campeonatos de bateo del 2001 al 2007.
Cuando Wilfredo Sánchez (MTZ) disparó 13 triples en 1969 ni el mismo imaginó que esa marca duraría hasta nuestros días y aunque no es un número que se impone, el hecho de estar intocable por más de 30 años me parece suficiente para incluirla en mi lista. Increíblemente tres bateadores han llegado a 12 en todo este tiempo, pero recuerden que en esta selección es necesario batir el record, así que hay que alcanzar los 14. ¿será que verdaderamente el 13 es un número maldito?
El habanero Yulieski González y su marca de 15-0en la temporada del 2009, sin discusión ni argumentos. Para desbancar al zurdo, el retador debe ganar 16 partidos seguidos y no perder ni uno, en una misma Serie Nacional.
Otro habanero, José Ibar y sus 20 triunfos de 1998. Con rotación cada 5 días y el beisbol moderno imponiéndose acá en el patio no creo que esta marca pueda ser borrada, salvo que las Series Nacionales sean en un futuro de 150 juegos. Por el momento Ibar está seguro en mi listado. En el 99 ganó 18, así que les comento otro récord, 38 victorias en dos años seguidos. ¿Qué tal?
20 juegos completos de Roberto Valdez (MIN) y Emilio Salgado (VEG) en la Serie Nacional de 1969 (formato de 99 partidos), es totalmente imposible de romper, sobre todo si se logra la especialización del picheo en Cuba.
•El propio Emilio Salgado y sus 230 innings y un tercio en la campaña del 69, también están inalcanzables. Imaginen que de la fecha hasta nuestros días nadie ha tirado 200 entradas en una sola temporada. Otra marca segura.
•Leonel Moa (CAM), Alberto Díaz (MTZ) y Omar Linares (PRI) despacharon 4 jonrones en un juego en 1989, 1995 y 1997 respectivamente. Les puedo asegurar que ningún slugger va a soltar 5 bambinazos en un solo partido, así que este trío anda tranquilo, pues sus nombres no pueden ser borrados.
•Las 55 bases robadas de Enrique Díaz. Dicho así no parece tan difícil, pero en 49 temporadas solo 3 veces se ha llegado a la cifra de 50 estafas en Series Nacionales y par de esas veces fue el propio Enriquito, con 55 en 1993 y 53 en el 94. El primero en lograrlo Juan Díaz Olmos con 52 en 1968. En fin, que tenemos que esperar que surjan robadores, porque los de hoy en día no presentan peligro para esta marca.
• Ihosvani Gallegos lanzó para un imposible 0,37 promedio de careras limpiasen 1972 (72 innings y un tercio, con solo tres limpias permitidas). En los últimos 30 años solo tres lanzadores han bajado de una limpia por juego y el mejor en ese lapso fue José Riveira en 1983, con 0,63.
Gallegos terminó su carrera, tras 9 temporadas, con espléndido promedio de 1,94; pero lo del 72 va más allá de lo humano y por tanto es irrompible.
• Cuando en el 2001 Maels Rodríguez accedió a los 200 ponches en un torneo, no solo se propuso romper el añejo record de Santiago “Changa” Mederos (208), sino que decidió llevarlo al límite de lo imposible con 263 abanicazosrepartidos en 178 innings de actuación.
La carrera de Rodríguez se vio afectada primero por las lesiones, para más tarde abandonar el país, pero sus 263 ponches por sí solos, lucen inalcanzables.
• El cienfuegueros Pedro Palacios jugó en 12 Series Nacionales, pero de seguro el 4 de marzo de 1979, hubiera querido estar en cualquier otro lugar menos en un terreno de pelota, pues ese día Villa Clara le robó 11 bases(récord también colectivo de bases robadas), en una marca sin precedentes y que luce muy difícil de borrar.
• Tres lanzadores han tirado 20 entradas en un partido y lógicamente eso es una cifra que va a quedar para la posteridad de manera indiscutible. En la Selectiva de 1984 Mario Veliz (VCL) y Félix Núñez (ORI) se enredaron durante 20 innings para ser los primeros en esta categoría, sin embargo en la Serie Nacional de 1987 Roberto Domínguez lanzó de relevo por Henequeneros por igual cantidad de capítulos frente a Industriales.
En la actualidad este récord es intocable, pues a 10 lanzamientos por entrada, cada uno de ellos tiró un mínimo de 200 envíos al plato y eso no se corresponde con el estilo de hoy, así que apúntelo en la lista.
• Alfredo Fonseca, cuando aún lanzaba por Granma, permitió 21 imparablesfrente a La Habana en la primera Copa Revolución, asegurándose un puesto en esta selección, pues será difícil ver semejante destrucción nuevamente.
Faustino Corrales |
• A la hora del descontrol tenemos a Facundo Morales (HEN), que en 1983 realizó la fatal empresa de tirar 5 wild pitch consecutivos en el tercer inning del partido pactado contra Granma. Lo increíble es que Facundo se adjudicó un sexto wild en ese mismo juego. No te preocupes Facundo que nadie te va a desplazar de allí.
•Cuando Lázaro de la Torre salió a iniciar su tercer partido consecutivo en el Play Off contra Pinar del Río en el 2001 impuso un record difícil de borrar tanto por la valentía como por la calidad del derecho industrialista. La hazaña es mucho mayor si apreciamos que de la Torre tiró en esos partidos de pos temporada lesionado.
• Juan Pérez Pérez a disparos puros, se las arregló para adjudicarse tres no hits no runen su carrera, en 1973, 1974 y 1975. Para tumbar a Pérez Pérez del puesto de donde nos mira, habría que lanzar 4 no-no y creo que allá afuera nadie está capacitado para hacerlo.
• Si definitivamente Carlos Yanes está en el roster de la Isla de la Juventud en la venidera Serie Nacional, será su temporada 28, cifra absurda e inalcanzable. Yanes de paso estaría jugando en su cuarta década en el beisbol cubano (estadística conseguida por varios peloteros, pero jamás superada), pues debutó con la Isla en el campeonato de 1984, donde lanzó en 21 encuentros, 19 de relevo, con 6 victorias, 2 fracasos y promedio de limpias de 5,32.
Orestes Kindelán |
La calidad existe, pero esa marca es resultado de una excelente carrera, a nombre del Tambor Mayor y depende de muchos factores, especialmente de la longevidad. En mi opinión Kindelán puede dormir tranquilo.
Y si de atletas extraordinarios se trata voy con Urbano González (IND), quien en los primeros años del beisbol revolucionario dejó claro que poncharse no era lo suyo y promedió un cafetazo cada 42,75 veces al bate, pues se engulló solo 67 abanicazos en 2864 visitas al plato. En esta categoría le sigue Wilfredo Hernández con una excelente frecuencia de 24,06, pero muy lejana al dato intergaláctico de Urbano. Intocable ¿No creen?
• Otro con una frecuencia increíble es el camagüeyano Luis Campillo, que promedió 1,37 bases por bolas por cada juego completoen sus 16 años de carrera y más de 300 partidos lanzados. El control de Campillo es tal, que solo otorgó 260 pasaportes gratis en 1707 entradas. Pues nada: que a Campillo había que salir a batearle.
• José Antonio Huelga es uno que no podía faltar y tiene tres categorías donde es el líder absoluto y nada va cambiar esto. Huelga es el de mejor promedio de limpias en la historia del beisbol cubano en un rango de 750 entradas, con 1,50; es el que menos hits permitió por juego completo con solo 5,73 y (aguántense) permitió solo 9 jonrones en 871 y un tercio de innings, para increíble promedio de 0,09 jonrones por encuentro, o lo que es lo mismo, un bambinazo permitido cada 97 entradas. Sin comentarios.
Récords colectivos:
• Cuando en la temporada del 2009 Las Tunas le anotó 18 carreras en un inninga Guantánamo, despachó la marca anterior y situó la varilla muy alta para próximos intentos de desbancar este record.
• Los 34 partidos perdidos consecutivos por Holguín en la Serie Nacional del 2006 no pueden excluirse, pues esa es una marca extraordinaria y terrible. Holguín terminó con balance de 27 y 63, lo que significa, que descontando el enorme bache, el resto del torneo jugaron para aceptable 27-29. De alguna manera Holguín quedó penúltimo entre los 16 equipos de ese año, pues Metropolitanos ganó solo 19 juegos y perdió 69.
• La versión de Mineros de 1972 ganó 27 partidos seguidos, pero llegó al día final del torneo igualado con Azucareros (ambos con 52-14) y en serie extra de 3 a ganar 2, los Azucareros fueron mejores y se llevaron el título nacional en el último juego del campeonato. A los Mineros el mal sabor de la derrota les llevó a conformarse con la racha ganadora más larga de la historia del beisbol en la Isla.
•Y hablando de mal sabor, no me imagino que pueden haber sentido los integrantes del equipo Pinar del Río del 68, pues impusieron récord de más partidos de diferencia con el primer puesto (Habana 74-25) con 61. Los pinareños ganaron 12 y perdieron 85 para adjudicarse la peor temporada de la historia.
• Esa serie de 1968 vio coronarse al Habana con la mayor cantidad de triunfos en un torneo con 74, en las condiciones actuales quien rete ese récord debería ganar 75 juegos y perder solo 15. Olvídenlo, nadie lo va a lograr.
• Por otra parte los cuatro campeonatos consecutivos ganados por Industriales en la década del 60 parecen imposible de superar. Excelentes representativos de Pinar del Río, Villa Clara, el propio Industriales y Santiago de Cuba han llegado cerca, más la marca sigue intocable y al parecer así seguirá.
• Hablando de la imposibilidad del logro les expongo que Eduardo Martín, al frente de Villa Clara en 1983 ganó 41 juegos de 49 posibles, para irracional promedio de victorias de 837. Ese equipo contó con Alejo Oreilly (358 average), Amado Zamora (332), Rafael Rodríguez (323) y Víctor Mesa (303) con el aluminio, mientras que Mario Veliz (9-3), José Ramón Riscart (8.2) y José Riveira (6-0) lo hicieron desde la lomita.
De nuevo especulo y les comento que para superar este récord en la versión de 90 juegos, un conjunto deberá ganar 76 partidos, teniendo en cuenta que quienes más lejos han llegado, fueron los Industriales del 2003 con 66 triunfos. Esta marca también está segura.
•Citricultores utilizó 8 lanzadores contra La Habana en una misma entradaen la temporada de 1987. Totalmente improbable en el beisbol moderno.
•El último partido de la campaña regular del 2003 los Industriales alinearon con 9 zurdos, cosa que es imposible de superar, pues solo existen nueve puestos en la alineación y es muy difícil encontrar de conjunto 4 jugadores de cuadro y un receptor que bateen con la mano equivocada, amén de tres jardineros siniestros y un designado.
En una guerra basada en la artillería se enfrascaron los equipos de Villa Clara y Las Tunasel14 de enero de 1995, con las naranjas llevando la mejor parte e imponiendo varias marcas. Villa Clara anotó 38 carreras, con 37 hits, 15 dobletes, 24 extrabases y 37 remolques, todos esos récords para un equipo.
Entre ambos pisaron el plato 53 veces (38 a 15), conectaron 61 imparables, 20 biangulares, 32 extrabases y empujaron 52 carreras, todos records también para dos equipos. Esa tarde no había quién sacara out.
Esos son los récords que propongo como irrompibles, pero fanático al fin de este deporte, sueño y me pregunto. ¿Tendremos aquí en el patio, quienes lleguen a los números mágicos de 500, 2500, 300 y 2500 de nuevo?
• 500 jonrones: creo que se puede, veo a Joan Carlos Pedroso con potencial para hacerlo y los muchachones que vienen detrás (Céspedes, Despaigne, Abreu y Gourriel) también tienen el talento y la juventud para lograrlo.
• 2500 hits: Yulieski Gourriel, sin dudas creo que el espirituano va con excelente paso (anda por 1137 en 9 temporadas) y debe llegar a esta cifra. Inmediatamente no veo a nadie más con posibilidades de lograrlo.
• 300 victorias: no me llama la atención nadie en el horizonte, pero no es una idea descabellada del todo. Un lanzador, en un equipo que regularmente se incluya en los Play Offs, promediando 15 triunfos al año en 20 campañas llegaría. Difícil, pero no imposible.
• 2500 ponches: Rogelio García se quedó a uno (2499) y Pedro Luis Lazo picó cerca (2426), sin embargó anunció su retiro. Este es otro guarismo que veo inalcanzable por el momento.
Mis tres marcas totalmente inalcanzables de este compendio son:
1. Los dos juegos sin hits ni carreras consecutivosde Aquino Abreu. Nadie, insisto, nadie va a tirar tres no-no sucesivos. Basta con mirar que solo un lanzador en la historia de las Series Nacionales ha lanzado tres partidos de esta categoría y lo más cerca que estuvieron uno del otro fue con un año por medio. La carrera de Abreu no fue más allá de un mediocre 63-65 balance de ganados y perdidos en 14 temporadas, sin embargo su nombre será siempre recordado por los dos partidos seguidos en que fue intocable en la campaña de 1966.
2. Alexei Bell y sus dos jonrones con bases llenas en una entrada. Bell definitivamente ha sido señalado por el Olimpo atlético. Primer jugador en conectar 30 jonrones en una Serie Nacional, record de 111 impulsadas en una temporada, excelentes cualidades físicas y para colmo despacha dos Grand Slams en un mismo inning, en un partido donde terminó empujando 12 carreras, cosa que también es un récord.
Pero las posibilidades de que su marca de par de bambinazos con los ángulos congestionados pueda ser superada es ínfima, de hecho irrealizable en mi criterio. Figúrense que en Grandes Ligas, donde se juega desde 1876, solo Fernando Tatís (1999) ha acometido igual hazaña que Bell.
Es extremadamente difícil que un beisbolista venga a batear 3 veces en un mismo capítulo, encima de eso tendría que ser con bases llenas en todas las oportunidades y el pelotero debe cometer el acto heroico de conectar su tercer jonrón del inning. Jamás un bateador ha conectado tres jonrones con bases llenas en un juego. ¿En una misma entrada? Olvídenlo, es imposible.
3. ¿22 ponches en un juego? Otra marca que no va a ser retada. Faustino dormirá seguro por toda su vida y el resto de su existencia extraterrenal, pues no habrá quien reparta más ponchetes en un encuentro. Para batir este record tiene un serpentinero que repartir cafés para 23 bateadores rivales, dejando cabida para solo 4 outs en cualquier otro estilo (en caso de lanzar completo). Créanme, no va a pasar. (Daniel de Malas COCO baseball.)
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