Descenso y promoción, términos escritos y pronunciados para presentar a River Plate, que perdió la permanencia en Primera y ensombreció a la Copa América, al Mundial femenino y a las comparaciones Messi-Neymar. Se dijo derrumbe, papelón, furia y lágrimas: los Millonarios partieron “a peor vida”.
Sin fanatismo o desconsuelo, aunque inconforme, la afición holguinera “masticó” la derrota de su once ante Isla de la Juventud, en la última fecha del Torneo de Ascenso, el cual confirió un boleto a la edición 97 de la Liga Cubana y otro a la repesca versus Cienfuegos (séptimo de la temporada 96) en compromisos de ida y vuelta, pactados para el seis y nueve de julio.
Las Panteras “adornaron” el marcador, a través de Yadián Casa del Valle; pero los pineros se rebelaron en el Rekortán santiaguero, merced a dianas de Elvis Pina (de penal) y Yusniel Blanco.
Final impensable el pasado viernes, cuando los pupilos de Wilfredo Zayas (hijo) aplastaron a Matanzas, 4-0, se instalaron en la cima y el cupo a la Primera División parecía asequible. Luego, el domingo, Santiago de Cuba les rompería el pasaje directo, pues empató un choque que iba perdiendo, 0-1.
Historia idéntica a la ocurrida en la jornada inicial de la segunda ronda, ya que Granma también cedía por la mínima, mas igualó. Los nororientales no pudieron preservar ventajas estrechas, contra los de “La Isla Joven” les sucedió igualmente.
Holguín concluyó tercero, al acumular 20 unidades (cinco triunfos e igual cantidad de empates). La peor demostración la dio en el fracaso, 1-3, con los granmenses, quienes fueron los únicos que pudieron marcarle tres goles. El seleccionado de aquí perforó en 14 oportunidades las vallas contrarias y toleró 8 anotaciones. Mejoró mucho respecto a la anterior justa de Segunda División; en aquella finalizó quinto, distanciado a 11 puntos del líder.
Los Incansables de Granma estarán entre las ocho formaciones del próximo certamen élite e Isla de la Juventud decidirá frente a los Marineros de “La Perla del Sur” el octavo plantel. ¿Pudieron ser los nuestros los ocupantes de las líneas anteriores?
Es cierto. Se impone trabajar en la masividad de nuestro balompié (todavía insuficiente, como en toda Cuba), remozar los terrenos tradicionales, apoyar al grupo de jugadores que acaba de superarse en predios Indómitos, formar a otros atletas y continuar elevando los conocimientos técnicos de los entrenadores desde la base. Solo así renunciaremos a hablar de ascenso y descenso.
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