domingo, 21 de abril de 2013

BALONCESTO PROVINCIAL, A SEGUIR EL GARDEO A PRESION.


El público no respetó el sol.
Hace pocas horas el silencio y la calma regresó a la cancha Paquito González Zaldívar del municipio holguinero de Mayarí, tras cinco días de intensa actividad y emociones en el torneo provincial de baloncesto primera categoría rama varonil muy bien organizado por la comisión de la disciplina que en pleno se mantuvo todo el tiempo en este territorio.
El evento contó con calidad, si la calidad que hoy puede tener un territorio que ha perdido mucho terrenos tantos para jugar en los barrios, escuelas, municipios, así como en el camino hacia la cima del baloncesto nacional, hubo rivalidad, hubo competitividad, principalmente entre los conjuntos que lidiaron en las semifinales y final, Mayarí, Holguín, Moa y Sagua, pero no se le puede quitar méritos ni a “Calixto García”  ni a “Urbano Noris” que aunque no alcanzaron victorias algunas aun demuestran garras en el terreno, las carencias de figuras con  experiencias en eventos nacionales recientes en sus nóminas los desmotivó, pero lucharon.
Cacocum lamentablemente nunca llamó ni se supo el por qué no vino, su ausencia redujo el calendario, algo que hay que tener presente para los próximos años, porque los conjuntos que pasaron a la postemporada  del evento solo efectuaron cuatro juegos, mientras que los restantes solo dos, y si el baloncesto holguinera necesita de algo fundamental, es precisamente el jugar, jugar y seguir jugando.


Para los próximos años habrá que tenerse en cuenta que municipios como Frank País, Antilla, Banes, Cueto y Gibara han tenido historia en esta disciplina de tanta creatividad. Si sabemos los de las limitaciones económicas, si asisten más de los que vinieron a Mayarí en estos días, no podrán recibir la alimentación en el mejor restaurant del territorio, como ocurrió, pero habrá que buscar fórmulas para garantizar una buena asistencia al evento provincial para escoger a quienes asistirán al torneo de ascenso.
Pero como ocurre en todo, siempre hay un pero o varios peros,  para los mayariceros fue un reto este certamen, las gradas se abarrotaron de público en cada jornada, pero están sin techo y a pesar de ello, no impidió que en la jornada del adiós se repletaran nuevamente para apoyar a su casa sin importar la intensidad del astro rey, hay que pensar en la cubierta, ya que el resto es el fruto del amor de un hombre llamado Eduardo Salas, quien con recursos propios, pidiendo aquí y allá, logró esa pequeña grada tan necesaria para los mayariceros.

Para bien, privilegio y alegría de los dirigentes del territorio se repartieron lindas medallas de oro, plata y bronce, gracias a la gentileza de un mayaricero Pedro Tamayo que cumple colaboración en México donde impulsa el deporte entre los escolares de ese hermano país, que la aportó al territorio y todos se los agradecemos.
Mayarí  ganó este certamen, por mucho que he indagado nadie recuerda que esto haya ocurrido en otra ocasión, por lo que puedo asegurar que este fue el primer gran triunfo del baloncesto mayariceros, si se ganaron eventos escolares y en los desaparecidos juegos obreros, pero en la primera categoría es la primera vez, por lo que esperamos que la dirección de deportes los tenga en cuenta y ya que nunca abanderó a su selección ni le pidió resultados algunos, puedan celebrarle el triunfo con alguna actividad recreativa que bien se los merecen.
Este torneo al igual que los restantes ha despertado nuevamente el interés por el baloncesto en este territorio, buena oportunidad para convocar a torneos, competencias en los distintos niveles, recuperar la desaparecida Copa Radio Mayarí o las competencias entre centros de trabajos y sindicatos que se efectuaban en los CARONI, en fin de cuenta somos mayariceros y no hay que esperar directivas para celebrar lo que queramos, solo debemos luchar por no dejar morir lo vivido en estos días en la cancha que lleva el nombre de uno de los más grande baloncestistas nacido en este territorio, Francisco “Paquito” González Zaldívar, él merece ese digno homenaje.

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