Para este martes 8
de octubre estaba señalado iniciarse el V Torneo de ajedrez Chess-Lidio en
recordación al Guerrillero Heroico y a un personaje que simboliza al trabajador
eléctrico en nuestro país, Lidio Ramón Pérez cuyo nombre honra a la
termoeléctrica del municipio Mayarí.
Los convocados
ansiosos y desesperados acudieron a la cita como es habitual, ante la carencia
de una Academia Municipal de ajedrez, la que desapareció y nadie ha hecho nada
por recuperarla a pesar de estarse efectuando aquí un Circuito con más de ocho
torneos desde el 2010; solo que esta vez
no fueron para el Centro de los Combatientes de la Revolución Cubana
como había ocurrido los años anteriores, lamentablemente ese local fue afectado
por el Huracán Sandy y todavía no ha podido recuperar el techo; ahora se dijo
que se jugará en un aula del semi internado Frank País García, pero allí solo
los esperaba, la escuela oscura y mucha desinformación.
No se pudo
inaugurar el certamen y, ahora no se sabe cómo y donde podrá jugarse.
Ante la negligencia
o el poco interés de quienes tienen que tratar de recuperar la academia que a
tantos niños formó y ayudó a ser excelentes profesionales hoy, es bueno que en
estos tiempos que nos llaman a cambiar la mentalidad, a buscar soluciones a los
problemas, nada mejor que el ajedrez, que muy bien podía ayudar a llevar
adelante el Proyecto de Desarrollo Integral que se lleva adelante en nuestro
municipio.
Es bueno recordar
que la lucha ajedrecística obliga a enfrentarse a conceptos fundamentales de la
teoría del conocimiento, tales como: función, algoritmos, incertidumbre,
optimización, modelos, variables, etcétera. Todos estos aspectos tienen un
carácter metodológico fundamental y tienen una concreción práctica, que muy
bien pueden ayudar a quienes tienen la responsabilidad de materializar el
ambicioso proyecto.
Podemos decir que
le ajedrez ayuda a la formación integral de la personalidad del sujeto, y en él
se manifiesta la fusión de todos estos procesos. Ocurrirán situaciones en las
cuales deberá cuidar sus piezas, determinar su mejor ubicación en el tablero,
de acuerdo con las situaciones, detectar errores del contrario y saber
aprovecharlos, así como superar los errores propios. Según Rubén Fine: “En el
ajedrez el individuo aprende a pensar, razonar, reflexionar sobre la
información que recibe, interpretar la realidad, reconstruirla y transformarla.
Enseña al niño a construir su propia tabla de valores, a mantenerlo alerta, a
utilizar las armas del algoritmo, el modelo, la complejidad, la estructura, a
optimización, la incertidumbre, el significado, el pronóstico. Estimula la
autodeterminación como única forma de superar los errores, es un juego de
decisiones donde toma conciencia de una situación problemática y se valora para
llegar a la verdad”.
Y no es eso lo que se quiere con nuestros
dirigentes, pues el ajedrez lo podrá ayudar mucho, sobre todos, por lo que dijo
el máximo líder de la
Revolución cubana, Fidel Castro..¨ A
mí lo que me gusta del juego es que obliga a pensar; ése es el problema, no es
cuestión de ganar lugares, educa al hombre en el hábito de optar entre
variantes, y uno de los peores problemas que yo veo muchas veces es que la
gente no tiene el hábito de buscar variantes y de optar entre variantes.La
gente tiene que aprender a encontrar variantes para solucionar los problemas de
la vida diaria. El ajedrez es un instrumento que crea el hábito de como usar la
inteligencia”.Aceptado es que “la práctica del ajedrez, no lleva solo implícito el logro de resultados deportivos, sino la creación de un hombre apto y capaz de modular una conducta. En el ajedrez quien piensa toma decisiones, busca variantes, se repliega o ataca, es el hombre pleno, la personalidad total, no su pensamiento o su imaginación creadora de manera aislada.”
A lo expuesto podemos añadir que en nuestro país el propósito de ampliar el conocimiento del ajedrez a las capas más amplias de la sociedad también se sustenta y enriquece en elementos históricos y culturales que hacen del ajedrez expresión de identidad y de cubanía.
Su más alto peldaño de excelencia individual se expresó con timbres propios en la extraordinaria figura de José Raúl Capablanca y Graupera, quien señalara en 1942: “El ajedrez es algo más que un simple juego, es una diversión intelectual que tiene algo de arte y mucho de ciencia. Es además un medio de acercamiento social e intelectual". Y concluía sus reflexiones afirmando que: “A mi juicio el ajedrez debía formar parte del programa escolar de todos los países.”, y es que los auténticos valores de una nacionalidad se hacen realidad en el conjunto de su pueblo y se reflejan, singularizados, en sus hombres y mujeres sobresalientes.
Morales (2002) plantea que “Los beneficios intelectuales del ajedrez no
terminan aquí. La práctica de este juego puede convertirse en un ejercicio para
el desarrollo de algunas particularidades individuales del pensamiento. El
hecho de ser el ajedrez algo muy individual, donde el jugador debe tomar
constantemente sus propias decisiones, contribuye a desarrollar la capacidad de
plantearse el nuevo problema y de resolverlo con las propias fuerzas. A esto se
le ha llamado independencia de pensamiento y es en ella donde se manifiesta el
carácter creador del mismo”.
También podemos utilizar el ajedrez para ayudar al desarrollo de la
flexibilidad del pensamiento, que consiste en la capacidad de cambiar el camino
tomado inicialmente (el plan) para resolver la tarea, si el mismo no satisface
los requerimientos de la situación.
En cuanto a otra de estas particularidades, la rapidez del pensamiento, ella es
especialmente necesaria en aquellas situaciones donde la persona debe tomar una
decisión en un tiempo limitado, por ejemplo, durante una batalla, un accidente,
o durante una partida de ajedrez.
El ajedrez, debería ser asignatura permanente en los más
altos niveles del municipio, para vencer los obstáculos en todos los sectores
de la vida de los mayariceros y así
darle un jaque mate a la insolencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario