viernes, 8 de noviembre de 2013

EL DAÑO QUE NOS HACEMOS…¿A QUIEN QUEREMOS ENGAÑAR?



Desde que me inicié como corresponsal deportivo voluntario primero, luego como periodista-comentarista  deportivo profesional, puedo asegurarle que hace años que estoy en estos trajines, por ello siempre me he obligado visitar las áreas donde se concentran los entrenadores deportivos del municipio holguinero de Mayarí. Allí con ellos puedo constatar cómo marchan los programas, los planes de entrenamientos, la situación de los materiales deportivos, el programa de competencias tanto de base, como los municipales, provinciales y nacionales.
Pero durante todos estos años de labor, nunca había visto a los entrenadores vivir momentos tan tensos y difíciles como lo que he podido presenciar en estos días.
A las dificultades y limitaciones existentes con los implementos deportivos, con la asistencia de sus alumnos, las carencias de competencias y las malas condiciones de las instalaciones, los entrenadores mayaricero, -muchos me aseguran que en los restantes municipios, ocurre lo mismo.- tienen la preocupación mayor con el famoso fondo de tiempo.

Según nos informaron, el fondo de tiempo, es un verdadero documento que se debe entregar en los primeros días de cada mes, con el  que se pretende engañar o con el que se quiere tapar un trabajo que no se realiza, pero debe ser aprobado por la instancia inmediata superior.
Conocimos que la resolución 54 del INDER es la que rige este documento, que obliga a los entrenadores deportivos trabajar 190,6 horas, de ellas entre 120 y 144 frente alumnos. Pero ese tiempo hay que desglosarlo por semanas, por días, un verdadero dilema que algunos lo hacen en forma automática, mientras que otros sufren muchísimos porque la cuenta nunca les da.
Cada semana debe aparecer 44 horas de labor, de ellas 20 frente a grupos-clase o competencias, cosa esta que nunca se logra, porque los alumnos por disposición del Ministerio de Educación no pueden incorporarse a las áreas deportivas hasta  después de las 4,00 de la tarde cuando concluyan sus labores docentes en sus respectivas escuelas. Ahí comienza el gran problema, porque en el traslado de los alumnos para los entrenamientos se toman un buen tiempo que reducen el horario para recibir adecuadamente la preparación en su deporte, por lo que podemos deducir que los técnicos solo trabajan si acaso cinco horas de lunes a viernes.
Si los entrenadores logran  constatar algún tope los fines  de semana, podrán alcanzar de 9 o 10 horas solamente, que sumándoles las seis frente a alumnos acumularía 16 horas semanales. Ahora hay que añadir el tiempo que se les dedica a las visitas a padres, a las escuelas de los alumnos para comprobar el estatus académicos de los educandos. Se les sumará otras horas por concepto de creación y mantenimiento de medios de enseñanzas, atención a los activistas ¿?, a la elaboración de documentos, informes, evaluación del aprendizaje, atención a los círculos de interés, etc.
Otros  tiempos que deben aparecer en ese novedoso documento que es revisado por cuantos visitantes llegan al área, será el horario de planificación de clases, los colectivos técnicos, el tiempo dedicado a la Preparación Metodológica, a la superación personal y  la auto preparación. Todo eso debe darle 190,6 horas al mes, desglosado en cuatro semanas de siete días.
ASÍ TRANSCURRE LA VIDA DE UN ENTRENADOR DEPORTIVO.
Así transcurre la vida de un entrenador deportivo, por lo menos aquí en Mayarí, como ya hemos escrito, esa  misma situación sucede en otros municipios holguineros.
Pero lo que no acabamos de entender, es que en ese fondo de tiempo no se pone la realidad, la verdad, por eso pregunto, a quien queremos engañar, porque lo real es que nos estamos haciendo daños. Los técnicos deben  ponerse horas frente a alumnos en horarios de la mañana, cuando en realidad están en sus casas, en reuniones, llenando papeles, haciendo informes.
Por qué engañarnos en los tiempos que tanto en los tiempos que se propaga el concepto Revolución del Comandante Fidel Castro, donde se afirma “No mentir jamás” y “cambiar no deba ser cambiado”.
A toda esta triste situación, hay que añadir la carencia de interés en celebrar competencias, aspecto que se demuestra cada vez que se anuncia un evento. No importa la disciplina que se convoque, la cosa es terminar rápido, por eso una competencia de fútbol se realiza en un solo día sin importar que cada equipo celebre hasta tres juegos en una jornada, se adopten medidas para utilizar el sistema eliminatorio sencillo, donde el que pierde se va del torneo, así tras un año de espera los equipos solo celebran un solo encuentro y no les da tiempo a remediar lo mal hecho en la cancha. ¿A quien queremos engañar?
¿A QUIEN LE DUELE ?
¿A quien le duele toda estas situaciones que se presentan a diario en el deporte mayaricero? Acaso no quieren darse cuenta que en los centros de alto rendimiento la cifra de mayariceros se reducen cada día más. Solo existe una atleta de nuestro municipio en un equipo nacional, en este caso Yusmeli Ocaña de soft boll y tres en el equipo Holguín en la serie nacional, en una población que supera los 115 mil habitantes.
Revisemos cuales son los objetivos del deporte mayaricero, porque si no tenemos atletas que nos representen en eventos nacionales e internacionales, cada día las instalaciones deportivas se deterioran más, las sesiones de entrenamiento no cumplen con el tiempo necesario  y las competencias que se realizan son solo para cumplir el calendario.
Mayarí tiene todas las condiciones para celebrar eventos de corta y larga duración, cuenta con cinco Combinados Deportivos, muy bien puede crearse un calendario de competencias donde puedan participar hasta dos equipos por cada combinados, crear certámenes que rindan homenaje a fechas históricas, no esperar el calendario provincial, y cuando llegue este tengamos fogueado a los atletas que asistirán a los eventos.
Fórmulas nuevas en el deporte mayaricero nos llevará nuevamente a lugares destacados en el deporte holguinero.   

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