España, campeona de Europa, y Paraguay, por primera vez en cuartos de final, se citaron para batirse el sábado por un puesto en las semifinales del Mundial tras despachar a Portugal y Japón, el día en que el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, pidió perdón por los errores arbítrales.
En Ciudad del Cabo se enfrentaban los dos equipos ibéricos, España y Portugal, el segundo y el tercero del ránking mundial de selecciones, sólo por detrás del líder Brasil.
España tuvo un par de ocasiones en los seis primeros minutos pero todavía no había ajustado su puntería. Y eso, frente al único equipo que no había encajado un solo gol en el torneo, equivalía a quedarse con las ganas de marcar.
Portugal causó problemas al meta Casillas por medio del corpulento Hugo Almeida (1,93), pero ningún ataque cuajó en la primera parte.
España se adueñó del balón tras el descanso y en el lapso de dos minuto, del 61 al 63, Fernando Llorente cabeceó a bocajarro al cuerpo del meta Eduardo, Villa disparó junto al poste y en la jugada siguiente, al segundo remate, consiguió abrir el cerrojo portugués por primera después de 333 minutos en este Mundial.
España tiene ahora una nueva oportunidad de romper el maleficio de los cuartos y de llegar a la penúltima ronda, algo que un campeón de Europa en ejercicio no consigue desde 1986.
En el Loftus Versfeld de Pretoria, Paraguay y Japón tenían una cita con la historia. Uno de los dos, el que ganase, iba a marcar un hito en los anales del fútbol nacional porque ninguno había alcanzado jamás los cuartos de final de una Copa del Mundo.
Paraguay ya había logrado algo inédito: terminar la fase de grupos como líder del suyo. Hoy dio un paso más, aunque tuvo que esperar a la tanda de penaltis, después de 120 minutos de juego.
En un partido cerrado, el trallazo al larguero de Matsui en el m.22 resonó en el estadio entre el clamor de las vuvuzelas. En el 29 fue Roque Santa Cruz quien remató desviado, en la boca del gol, un balón que había caído a sus pies tras el saque de un córner.
Los japoneses, maestros en el juego a balón parado, no encontraron la fórmula de batir la zaga de Paraguay, y los sudamericanos tampoco estuvieron mas inspirados.
Japón tuvo que jugar por primera vez una prórroga en un Mundial. Paraguay, la segunda. De la primera no guarda buen recuerdo: en Francia'98 los eliminó el anfitrión mediante el primer "gol de oro" de la historia, que ponía fin automáticamente al partido, obra de Laurent Blanc, el nuevo seleccionador francés.
La prórroga no cambió nada y en los penaltis Paraguay marcó los cinco. En el tercer turno, Yuichi Komano había estrellado su tiro en el larguero y no fue necesario que Japón lanzara el quinto.
La última jornada de octavos de final estuvo marcada por el "mea culpa" entonado por el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que ha pedido perdón a las delegaciones de México e Inglaterra por los errores arbitrales que sufrieron en sus partidos contra Argentina y Alemania, y anuncia la reapertura del debate sobre el uso de nuevas tecnologías en el arbitraje.
"He hablado con las delegaciones de México e Inglaterra y les he dicho: lo siento. Ellos me dieron las gracias y aceptaron que los errores arbitrales forman parte del juego, aunque hayan contribuido a eliminarlos", afirmó el presidente en alusión al gol en fuera de juego del argentino Carlos Tevez a México y al del inglés Frank Lampard no concedido contra Alemania.
Blatter reconoció que "no tendría sentido, ante la evidencia de estos errores, no reabrir el debate sobre el uso de las nuevas tecnologías en el arbitraje".
ESPNdeportes.
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