Uruguay y Ghana tienen una cita en Johannesburgo el viernes por la noche. Los dos se impusieron 2-1, a Corea del Sur y a Estados Unidos respectivamente, y ahora sueñan con llegar hasta la última semana de la competencia.
Veamos qué fue lo que dejó esta jornada, la primera de eliminación directa, en la que el que se equivoca más de la cuenta, se va.
LA FIGURA
Luis Suárez anotó un doblete, se uno a un grupo bastante amplio al tope de la tabla de goleadores (con tres cada uno) y, lo más importante de todo, le dio a Uruguay un pasaje a cuartos de final que no conseguía desde 1970.
Suárez tuvo el olfato de goleador necesario. En el primer gol, para anticipar el error de la defensa y el arquero de Corea del Sur y estar en ese lugar en el que se recoge lo que los demás dejan pasar. Y en el segundo, para aprovechar el intento de despeje de su marcador y encontrarse con la pelota perfecta, para meterle un tiro combado imposible de atajar y sellar el 2-1.
LA DUDA
Por suerte para Uruguay apareció Suárez, cubriendo el hueco dejado por un desempeño irregular de Diego Forlán, quien hasta ahora había sido conductor y figura.
Forlán puede estar con un pequeño déficit físico producto del esfuerzo sostenido de este tipo de competencia (más una larga temporada europea), o también puede estar empezando a sentir el rigor del puesto en el que está jugando. Se alejó del arco más de lo habitual y ya no le puede sacar tanto provecho a ese pique matador con el que revienta contrarios y redes.
EL RECONOCIMIENTO
En la victoria de la Celeste y el logro que significa estar entre los mejores ocho, no quiero dejar pasar la oportunidad de felicitar al Maestro, Oscar Washington Tabárez.
Tras una clasificación muy difícil y en la que hubo muchísimos cuestionamientos hacia el técnico, este es el momento de disfrutar del trabajo realizado. Porque Tabárez es, además de una persona de bien, un gran entrenador, y eso está quedando claro en Sudáfrica.Tabárez le saca el máximo rendimiento a sus jugadores y, a la vez, es responsable del orden táctico que muestra Uruguay en cada partido. Por algo no tenía goles en contra hasta octavos, y si bien Corea le pudo anotar y empatar, enseguida salió Uruguay a buscar la victoria otra vez -y la consiguió.
LA IMPRECISIÓN
Lo venía sufriendo Estados Unidos, y esta vez lo pagó muy caro: su falta de precisión a la hora de definir.
Igual que ante Argelia, partido que definió en el descuento, EE.UU. generó muchas chances pero no supo concretarlas. Porque es un equipo ofensivo, con delanteros y mediocampistas con llegada, que provocan situaciones sin parar.
Contra Ghana tuvo una última media hora en la que debió haberse ido ganador, pero al no poder definirlo, fue al alargue. Y sabemos cómo terminó la historia...
EL BAJO PERFIL
Mientras los seleccionados africanos caían uno a uno, Ghana silbaba bajito, se mantenía en pie y se terminaba metiendo en octavos.
Y en esa fase, como el mismo perfil, aguantó un partido difícil, en el que por momentos estuvo bajo asedio, pero siempre respondió muy bien su arquero Richard Kingson y la defensa estuvo a la altura del desafío.
Finalmente, tuvo su oportunidad en el alargue y no la desaprovechó: Asamoah Gyan se metió entre los centrales a puro coraje y definió. Una curiosidad: en esa jugada, Gyan le ganó la posición a Carlos Bocanegra, su compañero en el Rennes de Francia.
Pero volviendo a Ghana, si bien mostró algo más en la ofensiva, no lo veo con poder de fuego como para complicarle la vida a un equipo sólido como Uruguay. Anticipo un partido muy cerrado, en el que probablemente se juegue a un solo gol.
LO QUE SE VIENE
El domingo será día de clásicos mundialistas, uno antiguo y otro más joven.
En el primer turno, se verán las caras dos viejos enemigos: Inglaterra y Alemania. Los ingleses llegan en baja, sin poder de gol, y a punto de empezar un recambio generacional que enviará al retiro a una generación de grandes nombres que sin embargo no ganó trofeos relevantes.
Del otro lado habrá una Alemania que a priori es favorita, porque combina juventud con un juego vistoso, quizás no tan tradicional en Alemania. En todo caso, si quiere seguir en carrera, Inglaterra tendrá que explotar el punto débil de Alemania, que es una pareja de centrales muy lenta.
Y en la noche, un clásico joven, que se forjó en 2006 y ahora se reedita. Argentina y México tienen presente el duelo de 2006 y querrán uno repetirlo y el otro revertir la historia.
Llegan en momentos distintos: Argentina quizás con más poderío individual que entonces, elevado a un nivel superlativo por la presencia de Lionel Messi, hoy por hoy el mejor jugador del mundo. México, por su parte, con un rendimiento colectivo más que interesante y decidido a dar el salto que lo meta entre los mejores de una vez.
A México le falta, sin embargo, poder de fuego, por lo que creo que hará un planteo cuidadoso, esperando que Argentina ataque tanto que termine descuidándose. Veremos, en ese duelo táctico, quién es el que saca ventaja.
Pero eso recién lo sabremos mañana. Aquí los espero. Felicidades.
Carlos Bianchi es el octavo goleador de la historia del fútbol mundial y el técnico que más títulos ganó en el fútbol argentino. Surgió como jugador en Vélez Sarsfield de su país, donde fue campeón en 1968, para luego destacarse en distintos clubes de Francia. Allí inició su carrera como técnico, antes de volver a la Argentina para ganar 15 títulos locales e internacionales, seis con Vélez y nueve con Boca Juniors. También dirigió a la Roma de Italia y al Atlético de Madrid de España y es eterno candidato a conducir a la Selección Argentina. Ha escrito para diversos medios de prensa y también se ha desempeñado como comentarista televisivo en distintos canales de Latinoamérica y del mundo.
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