miércoles, 19 de mayo de 2010

GRANDES FIGURAS EN LOS MUNDIALES DE FÚTBOL: PELÉ

Considerado uno de los mejores futbolistas de la historia, Edson Arantes do Nascimento "Pelé" dejó el legado inmortal de una carrera deportiva devenida máxima referencia para el balompié mundial.

A 32 años de su retiro del deporte activo, O Rei, nacido el 23 de octubre de 1940 en el estado brasileño de Minas Gerais, mantiene inmaculado su poder de convocatoria, y a sólo días para el Mundial de Suráfrica, su nombre vuelve a los más cintillos noticiosos del orbe.


Futbolista virtuoso de amplia gama imaginativa, Pelé resultó elegido el Mejor del Siglo XX en una votación hecha por los ganadores del Balón de Oro, y la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS, siglas en inglés) lo nombró el Mejor Jugador del mundo.

"La Perla Negra" guarda también en sus anaqueles el título de Mejor Deportista de la centuria pasada otorgado por el Comité Olímpico Internacional (COI), entre otros galardones merecidos por una trayectoria de mil 366 partidos con mil 282 goles anotados.

En su paso por la selección nacional brasileña, en la cual debutó con 16 años, atesoró 107 cotejos y 95 goles, y tuvo su punto álgido en el Mundial de Suecia-1958, donde ganó su primer título.

Allí también se convirtió, con 17 años, en el jugador más joven de la historia en marcar en un evento planetario.

Poco después de su debut con el club Santos de Sao Paulo, Pelé lloró emocionado sobre el hombro del portero Gilmar: había ganado la primera de sus tres coronas mundiales. Las otras dos fueron Chile-1962 y México-1970.

Al lado de muchos de los más grandes futbolistas brasileños como Mario Zagallo, Garrincha, Didí, Vavá, Rivelino, Tostao y Jairzinho, O Rei marcó otros hitos que aún sus admiradores esgrimen con destacada emoción.

El astro del Santos se coronó como el más joven bicampeón de la historia de las justas universales y es el único que ha ganado tres títulos mundiales como jugador.

Hoy, a tantos años de su retiro en el club estadounidense Cosmos de Nueva York, escenario de sus últimas hazañas, su leyenda se consolida en el devenir histórico del fútbol.

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