Antes de su llegada al fútbol tuvo breves incursiones en el baloncesto y el atletismo, además de cursar estudios de Medicina.
Nacido el 18 de agosto de 1933 en Marrakech, Marruecos, Fontaine debutó en el fútbol con el club juvenil de su ciudad natal.
Su paso por la liga marroquí con el USM Casablanca le deparó el título de máximo goleador en 1953, año en que decidió probar fortuna en Francia.
Allí se integró al Niza, con el que se agenció la Copa de Francia y al año siguiente el campeonato nacional. También jugó en el Reims, en cuyas filas resultó dos veces el principal artillero.
Pero la mayor tribuna de este delantero, uno de los mejores de su tiempo por su estilo de jugar y su arte goleador resultó, sin dudas, la Copa Mundial de Suecia-1958, al marcar 13 goles, para protagonizar un hecho inédito en la historia.
Un rápido recorrido por las memorias de ese campeonato revela que en partidos del Grupo 2 contra Paraguay (terminó 7-3 a favor de Francia), Fontaine acertó un trío de veces, en la derrota 2-3 ante Brasil produjo los únicos tantos galos y contra Escocia (2-1) anotó una vez más.
En los cuartos de final frente a Irlanda del Norte (4-0), el atacante convirtió en dos ocasiones y en la semifinal contra el posterior campeón mundial Brasil (2-5) Fontaine fue responsable de uno de los tantos.
Luego vendría lo mejor, su proclamación definitiva como máximo goleador de la lid sueca, al enviar a las redes la esférica en cuatro oportunidades y contribuir a la victoria de su equipo 6-3 sobre Alemania, por la tercera plaza.
En total guarda en sus despensas algo más de 400 goles en 450 partidos en las plantillas del Casablanca, Niza, FC Reims y Stade de Reims.
En febrero del 2005 recibió de la Asociación Francesa de Fútbol una medalla de honor después de haber sido elegido el mejor jugador galo de los últimos 50 años.(Tomado de Prensa Latina)
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